01 marzo, 2010

¿Latino o Hispano?

Cuando uno anda en estas lides de andar en el exterior, y más en este oficio de la diplomacia, uno tiene que aprender a vivir con lo "políticamente correcto", es decir, decir las cosas de tal manera que es acepado por todos y nadie se ofende.

De hecho, siempe he pensado que la diplomacia es una manera sutil de decir las cosas sin crear conflicto, pero lo "políticamente correcto" va mucho más allá de la diplomacia.

En el tiempo que tengo de vivir en Estados Unidos (ya más de 10 años), he podido observar la máxima expresión en la aplicación de este concepto subjetivo. Por ejemplo, con grupos étnicos.

Hace algunos años no era tan mal visto referirse a los indígenas de este país como "indios". Lo podía uno ver en todas las películas y series de televisión de vaqueros. No. Ahora resulta que eso era una manera peyorativa y de desprecio de referirse a ellos por parte de los prepotentes "caras pálidas", y ahora son "nativo-americanos" o "native-americans", pero a final de cuentas sigue siendo la misma gente, descendiente de los que ya poblaban esta tierra antes de la llegada de los europeos, lo mismo de España o de la Gran Bretaña.

Algo similar pasó con los negros. Es un hecho de que han sido una de las minorías más golpeadas por la historia de los Estados Unidos, sin demeritar a los indios (perdón, nativo-americanos). Sin embargo, los negros fueron arrancados a la fuerza de su tierra en África, embarcados en condiciones infrahumanas en barcos esclavistas y vendidos y abusados peor que objetos a merced de los grandes terratenientes de este país. Sin duda sufrieron amargamente la degradación y la infamia por más de un siglo. Abraham Lincoln inició la ruta hacia la liberación de este grupo étnico para darle un lugar, primero, como seres humanos, luego como ciudadanos. Y en la actualidad la contrición política, social e histórica de este país ha hecho que se defina la manera correcta de referirse a estas personas como "afro-americanos" o "african-americans" aunque, en su mayoría, no tienen un vínculo real con África. Posiblemente algún lejano ancestro sería de los que fueron traidos por la fuerza a este continente. Pero en realidad son "americanos", ya que son originarios de este continente, al igual que sus padres, abuelos, bisabuelos y así sucesivamente.

Cuando se retomó el origen africano de esta raza, se inició una verdadera fiebre africana entre esta comunidad. Crearon su propia forma de celebrar Navidad: Kuanzaa. Una semana de festejos entre el 26 de diciembre y el 1 de enero, creada por los afro-americanos y que presenta elementos africanos y de otras culturas con un mensaje de paz y humanismo. En los 70's se escribió y se televisó una novela llamada "Raíces" ("Roots"), que relata la historia de Kunta Kinte, un jóven africano que es atrapado por un esclavista, llevado a Estados Unidos en los 1800's, y allí pasa de la infamia de la esclavitud a la libertad lograda por Lincoln, y sus generaciones subsecuentes hasta la actualidad, y el mensaje es el reencuentro de la reciente generación con su origen en el África, cerrar el círculo de la herencia.

Y así podemos seguir recorriendo grupos étnicos hasta llegar a los latinos. O hispanos. Hubo una época en que, según las crónicas, los únicos que hablaban español en este país eran los mexicanos, y cualquiera que veían hablando este idioma, automáticamente era catalogado como "mexicano". Obvio es de decir que no todos los hispanoparlantes en Estados Unidos eran del vecino del sur. Gente de Centro y Sudamérica también han llegado a estas tierras del Tío Sam y, por supuesto, esperan ser reconocidos por su gentilicio de origen: salvadoreños, hondureños, colombianos, chilenos, cubanos, bolivianos, guatemaltecos, etc. etc. Esto hizo que fuera políticamente correcto llamarnos "latinos" por ser de América Latina, o "hispanos" por hablar español. Y ambos términos son usados indistintamente en este país para muchos efectos: el Censo (que ya viene el de 2010, por cierto), encuestas de opinión, análisis de costumbres en cosumo, programación de T.V., etc.

Todo el mundo lo usa por igual.

Bueno... no todos.

En toda la Unión Americana hay una ínsula en donde la palabra "hispano"adquiere una connotación única. Me refiero a Nuevo México, U.S.A. (así ponen en sus placas de vehículos).

Si recordamos la historia, después de la guerra entre México y Estados Unidos de 1847, se firmó el tratado de Guadalupe Hidalgo con el que México perdió, como parte del casigo por perder la guerra, más de 2 millones de kilómetros cuadrados, prácticamente la mitad de su territorio. Y así, de un día para el otro, la gente que vivía en esos territorios se fue a dormir un día siendo mexicanos y amanecieron al día siguiente como estadounidenses. Por supuesto el tratado contemplaba esa situación y establecía expresamente que se iba a dar facilidades a todos aquéllos que quisieran regresar a México en su nueva frontera y, por otro lado, respetaría los usos y costumbres de los que decidieran quedarse.

En California y Texas eso no tuvo mayor problema. Cuando cambiaron de país, lo asumieron plenamente y se desconectaron definitivamete de México. En Nuevo México fue diferente. Su raíz historica se remontó hasta España misma, no hacia México, lo que resulta interesante considerando que la mayor parte de la gente que pobló el norte de la Nueva España era ya nacida en el Nuevo Mundo o partieron en su jornada a los confines del virreinato desde la ciudad de México.

Los nuevomexicanos se consideran arraigados a la metrópoli, nunca a México. Fue México quien los dejó a su suerte y, cuando se perdió la guerra, asumieron su nuevo destino, pero nunca olvidando sus orígenes... en la Península Ibérica.

Preguntarle a un nuevomexicano, especialmente del norte del estado, de qué parte de México es orignario puede ser algo muy ofensivo. Apellidarse García o Benavides puede remontarse a 300 años en el pasado. Tener lugares en Nuevo México llamados "Española", "Madrid", "Albuquerque" (que lo correcto en España sería AlbuRquerque, la primera R se perdió cuando los estadounidenses se referían a la ciudad, y por lo difícil del nombre, omitían la primera R) no es coincidencia. El español es idioma oficial en el estado junto con el inglés (por supuesto) y muchos, efectivamente lo hablan, pero como lo usarían en el siglo XIX, con términos como "haiga", "venistes", que eran comunes en los 1800's en México o España, y que fueron desapareciendo con la evolución del idioma.

En California o Texas hay lugares que conservaron los nombres que los españoles les dieron en su fundación en los 1600's o los 1700's, pero no tienen ese arraigo a España o México. Ellos son perfectamente norteamericanos y no lo entienden de otra manera. En Nuevo México la herencia hispana es parte de la cultura, de la historia, de la realidad diaria.

Existe el Centro Nacional de Cultura Hispana (National Hispanic Cultural Center) en Albuquerque, se recibe cultura local y del todo el mundo, pero no es latino, es hispano. Y el término latino no se usa tanto en el estado, todo es hispano, y para que algo tenga buena aceptación entre los sectores tradicionalistas de Nuevo México, debe ser "hispano". El tener un apellido hispano puede dar la idea del abolengo de la persona: los Ortiz y Pino, los García, los Benavides, los Archuleta, entre otros, son sinónimo de esa presencia centenaria en la región, posiblemente hasta la misma fundación de Santa Fe en 1610.

Uno aprende a convivir con esas realidades en la medida en que las hace uno cotidianas. Pero en el fondo se queda uno con la duda.

¿Latino? ¿Hispano?

Aunque existe la Cámara Nacional Hispana de Comercio, ellos mismos manejan indistintamente los términos, y no es mal visto usarlos por igual, como arriba decíamos, en casi cualquier parte de Estados Unidos.

Nada más hay que tener cuidado y prudencia cuando se viaje a Nuevo México. Créanme que son gente muy buena, simpática, noble, servicial, de buenos sentimientos. Pero nunca le pregunten de qué parte de México llegaron, porque la respuesta puede venir en un tono molesto.

Son del tipo de resbalones que uno aprende a evitar cuando uno vive en el exterior.